P.N. Serranía de Cuenca

Un paraíso para los senderistas en un lugar de una belleza espectacular.

Al caminar por la Serranía de Cuenca podrá encontrar recursos naturales de incalculable valor geológico -los “Tormagales” que parecen ciudades esculpidas por hadas y duendes, como “Los Callejones” o la “Ciudad Encantada” de Valdecabras; y las hoces y cañones excavados por los ríos Júcar y Escabas, florístico -los extensos pinares naturales de enorme valor forestal, o los bosques eurosiberianos de tilos, acebos y tejos, cuya representación alcanza aquí el punto más meridional de Europa, faunístico -la elevada variedad de ambientes de montaña de la Serranía favorece el desarrollo de una alta biodiversidad, siendo refugio de especies protegidas como el águila calzada, el águila real, el musgaño de cabrera, la bermejuela, etc.

Se puede divisar una importante comunidad de aves que nidifican en los escarpes como el buitre leonado, el alimoche común, el águila real o el halcón peregrino; así como otros animales ligados a los pinares submediterráneos de la zona, como es el caso de ciertas rapaces – azor, alcotán, gavilán – y mamíferos –ardilla roja, topillo de cabrera, lirón careto, jabalí, corzo, ciervo, zorro. También se ha reconocido un apreciable valor de conservación de la fauna troglodita (murciélagos) y para algunos grupos de invertebrados como los lepidópteros (mariposas).

Asimismo, todas las aguas del Parque tienen la condición de “aguas trucheras” constituyendo un reservorio de esta especie y muchas otras, siendo algunas endemismos ibéricos como el barbo, la bermejuela y el cachuelo. También puede encontrase aquí el amenazado cangrejo autóctono.